Aún recuerdo que hace no menos de cinco años leí en una revista de circulación europea un artículo muy completo y específico sobre un país del norte de Europa llamado Finlandia, donde la mayor parte del año la temperatura se mantiene a cero grados; me sorprendía a cada párrafo que avanzaba pues aportaba datos que se ven muy, pero muy lejanos y hasta irreales en nuestra nación: uno de ellos es que los sueldos entre un presidente, director y empleado de una empresa, o funcionario y subalterno, tiene una diferencia sólo de dos o tres salarios. En tanto, en México Peña Nieto en un intento de transparencia y honestidad balconeó la holgada desfachatez de su equipo de trabajo, quienes ganan 150 veces más que un obrero u empleado mexicano. No olvidemos que el idiota que se encargaba de las finanzas del país hace unos meses, Ernesto Cordero, señalaba que con 6 mil pesos al mes alcanza para mandar a los hijos a colegios particulares, comer, calzar y vestir, no obstante que él se clavaba al bolsillo no menos de 150 mil baros.
Otro dato positivo que recuerdo del país del norte de Europa y que aún se mantiene vigente, después de comprobarlo en un intenso clavado de investigación para poder escribir los presentes párrafos, es que los hijos de obreros y dueños de empresas van a la misma escuela y comparten aula de clase gracias a que más del 90 por ciento de la educación es pública por su estándar de calidad que mantiene, y no por los altos salarios que se creyera que ganan los maestros, sino por el compromiso social. En México una vieja fea e ignorante que no hila frases ni mucho menos textos, es la encargada de la educación y, a quien tenemos como representante de la Nación, el señor Peña Nieto, no es capaz de citar tan solo tres libros que lo hayan marcado en su existencia, pero seguro que se ha de saber todos los títulos de las novelas donde ha participado su señora esposa, por cierto, a quien el año pasado le construyó una lujosa mansión en Ixtapan de la Sal, que ni juntando sus salarios íntegros como gobernador del Edomex, la hubiese podido costear. ¡Lindo México! En Finlandia, según el reportaje, cada kilómetro existe una librería y por lo menos cada habitante ha escrito un libro.
Hace una semana escuchaba con atención una entrevista al señor Julián Olivas, encargado de transparentar los gastos en la presente administración. El funcionario confirmó que los secretarios de Defensa y Marina respectivamente, ganaban más de 200 mil pesos, mientras que el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Priva, se embolsaba más de 700 mil al mes, combinando sus actividades privadas con las públicas; o sea, que al señor le da tiempo para atender asuntos de una notaría de la que es dueño y del despacho de la Secretaría del Trabajo, donde tiene la nada fácil tarea de fomentar y crear empleos. Por otro lado, con cinismo Julián Olivas refirió que a los sueldos promedio de 150 mil pesos del gabinete del desPRIlfarre, les faltó sumarle un 10 por ciento que se utiliza como seguro, cantidad que al final de su gestión se les regresa al doble; advirtiendo que de poca importancia es conocer los sueldos de los funcionarios mexicanos, porque al final del sexenio es cuando se hace un balance de gastos, como seguramente el que Calderón olvidó entregar.
Desde los altos de Chiapas, ya lo presagia el sub… Marcos, pintándole a la clase del desPRIlfarro el dedo medio y empuñando el resto, que la presente temporada será de mayor resistencia y lucha.
