miércoles, 28 de marzo de 2012

Alucine

Tenía mucho tiempo que no me aventaba un alucine emocional, como me hacían sentirlo algunas de las obras de Carlos Castaneda, entre ellas Las enseñanzas de Don Juan; Viaje a Ixtlan, entre otras, referentes a la antropología, el chamanismo y el realismo mágico tolteca.
En esta ocasión el caso no fue tan extremo, no obstante, chingón a la organización y a Mantra Shanti por invitarnos al presente viaje, que por cuestiones ambientales-sociales, a un servidor y su pandilla les fue imposible pernoctar en el Spirit Of The Forests 2012.
Pero aquí un poco de viaje dedicado pa´ la banda que lo hizo posible:















jueves, 22 de marzo de 2012

El país de la resistencia

Ayer intenté empezar a escribir el presente filo con el título, la ciudad de los desastres, pero el corte de inspiración por la preocupación carnal, hoy me llevo a rectificar la encomienda, como en su rayuela de ayer La Jornada lo señalaba, por la generosidad de nuestra bendita tierra, que tras robos sexenales y terremotos: “País generoso el nuestro”

Enrolado en la lectura de personajes refugiados en nuestro país durante la primera y segunda Guerra Mundial, así como en la Guerra Civil Española, fervientemente sigo creyendo que a pesar de los abusos y robos que se han suscitado en nuestra nación a raíz de la invasión española a la  Gran Tenochtitlan, nuestra tierra y raza siguen siendo de un maíz indómito ante las adversidades ajenas a nuestro entorno.  Pues al escuchar que nuestra bendita tierra no se inmuto ante la embestida que a otras naciones ha hecho sufrir, el elogio bien podría ser divino, pero más bien creo que es cultural, por le herencia guerrera que nos han legado nuestros padres y ancestros prehispánicos, con su veneración y respeto al prójimo y al medio ambiente.

Después de tener la fortuna de hacer un recorrido de sur  a oriente de la ciudad  tras el temblor, pude constatar la resistencia y generosidad que en nuestro pueblo sigue imperando, ya que a pesar de la falta de energía eléctrica en los semáforos, los automovilistas amablemente cedían el paso. En tanto, por la radio escuchaba que un mar de internautas reportaban las condiciones ambientales y sociales de todos los puntos de la capital, el país y el extranjero. En realidad, era soberbia la actitud de la población con su empatía ante al prójimo.

La energía que contagiaban los policías en los cruceros, casi automáticamente reanudaba el funcionamiento de los semáforos.

En el asunto político, como siempre, la cosa está perdida. El mejor ejemplo es la metáfora de la Cámara de Diputados, donde los legisladores al ver el movimiento del lujoso candil que tienen en su lugar de trabajo, salen despavoridos, en lugar de tener un sistema de organización para coordinar cualquier eventualidad que acontezca no sólo en la capital, sino en el país entero.

Seguía escuchando diferentes frecuencias de radio y ni indicios que hubiera un mensaje de calma de algún funcionario importante. ¡Lamentable!, pero creo que es lo más endeble que se ha heredado.

Ya lo advertía el maestro Fernando Benítez, que lo más podrido es la destrucción que han aprendido nuestros gobernantes, como lo refiere en su obra El libro de los desastres, donde describe la agonía cultura que verdaderamente nos ha sacudido, gracias a la ignorancia de los diversos representante que han estado al frente de la nación, y a la rapiñaría y ambición de quienes México ha dado refugio en tiempos de crisis, ensañándose con la destrucción de conventos prehispánicos, el saqueo de libros y códices, que fueron adquiridos a muy bajos costos, en su defecto, hurtados, y que ahora descansan en bibliotecas de Europa, principalmente, del estado de Texas y California, estados que de la misma manera nos fueron hurtados con toda la riqueza  cultural del siglo XVI. Sin embargo, a pesar de los constantes abusos en contra de nuestro hermoso pueblo, nuestra nación se mantiene indómita y resistente ante cualquier adversidad, como  lo demostró junto con su pueblo guerrero el pasado martes al filo del mediodía.

(Muchas gracias a quienes ayudan a la resistencia de los filos con sus comentarios, en especial, a mi brother CLG)

miércoles, 7 de marzo de 2012

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Ausentado un poco de la cuestión literaria -pero no de la tertulia familiar-, debido a asuntos laborales no muy distantes a la poesía y filosofía,  he dejado de publicar ocasionalmente mis frustraciones y complejos que en el presente año había prometido liberar con más enjundia y ahínco que el anterior; sin embargo, la última estadística respeto a la cuestión profesional educativa me otorga la razón, al señalar que la obtención de un título profesional o alguna otra especialidad educativa como maestría o doctorado, no garantiza un empleo digno y formal como la ocasión lo amerita, por el contrario, en la situación crítica en la que está sumido el país, provoca el desinterés de las empresas en los profesionales debido a la remuneración salarial que tendrían que otorgar por el grado de especialidad, y, hay que buscar su propia fuente de ingresos para explotar los recursos intelectuales que los docentes nos van heredando, al menos, para salir a flote de la embarc(N)ación que los políticos llevan a la deriva.
A pesar de lo anterior, no he pensado en desertar a la crítica social-política que tanto me ayuda a ser menos infeliz en el sistema de abusos y corruptelas que permanentemente impera en nuestra baleada Nación, y que ahora Calderón presume como prospera y desarrollada en la reunión del G-20, que se llevó a cabo en las paradisiacas playas de Los Cabos, con cargo a nuestros impuestos respecto a la placentera estancia de varios mandatarios de diferentes naciones, que sí pueden presumirse como desarrolladas.
En realidad, el panorama para las venideras generaciones no luce muy prospero, pues muy pronto nos enteraremos que miles de jóvenes no tendrán una  opción educativa para desarrollarse profesionalmente, debido a que las escasas universidades publicas sólo tiene alojamiento para menos del 30 por ciento de la demanda publica universitaria, no obstante que hace unos días en Davos, Suiza, en una entrevista con Lionel Baber, de The Financial Times de Londres, Calderón presumió  la construcción de 100 universidades y mil preparatorias públicas en lo que va de su administración,  lo que cada año genera 100 mil ingenieros, por arriba de lo que ofrece Alemania, Brasil y Canadá, según quien prometió ser el “presidente” del empleo, aunque la realidad diste mucho de sus palabrotas.  Por ejemplo, hace unos días converse con la mamá de un primo que radica en el interior de la República y que hace algunos años obtuvo el  título en ingeniero mecánico, empero, su situación laboral-económica se ha visto mermada en los últimos años, ya que después de trabajar en una ensambladora automotriz en Ciudad Juárez, tuvo que regresar a su estado natal debido a la emigración de empresas por la violencia que se vive en el país, y ahora tiene que trabajar largar jornadas laborales para obtener un salario que no estaba en sus perspectivas salariales; con la firme intención que en cuanto se ofrezca la oportunidad, se larga al extranjero.
Embarcado en una obra de Humberto Eco, que me genera  gran entusiasmo y pasión, no puedo dejar de valorar a la memoria como nuestro gran baluarte, ya que con ella o sin ella, el único camino es reencontrarnos para seguir construyendo la senda  de nuestro destino, como  lo hace Yambo en la memoria de Eco.