miércoles, 16 de enero de 2013

Prohibido prohibir


Después de un rato de ausencia en este medio, pero no del contexto informativo crítico ni de la literatura universal, he de confesar que me había prohibido dejar de publicar en el presente espacio; sin embargo, la responsabilidad familiar-social me ha orillado en otros menesteres no de menor calidad ni inspiración que la profesión que elegí como fuente de oxigeno y alimento. Pues...

... desde hace un rato quería señalar la triste salida del señor Calderón, quien lejos de dejar y prometer un México seguro y próspero, huye a  los Estados Unidos so pretexto de un contrato para dar ponencias que ensalcen su lamentable trayectoria al frente de nuestra nación, pues a pesar que varios especialistas advierten que es muy pronto para hacer una evaluación, muchos de ellos le auguran una negra página en la historia de México.  En tanto, entre estudiantes de Harvard y algunos artistas, circula un documento que rechaza que el señor Calderón continúe con su estrategia de muerte en recintos de docencia.

En otros temas, también tengo pendiente citar la influencia de las artes en la vida diaria y cotidiana, como lo demuestra la fascinante obra literaria que lleva como título El pintor de Cracovia, de Joseph Brau, quien gracias a sus dotes artísticos que fluyen del pulso de su mano, sortea la lamentable vida en un campo de concentración Nazi en Paszow, durante la segunda guerra mundial. El artista narra la crueldad de los SS, burlada a través de la imaginación y creatividad que lo inspiran a mirar la vida desde otra perspectiva. En realidad que es sensacional toparse con otras realidades, pues ya lo diría Kafka: La literatura es una expedición a la verdad (Mirar a través de los otros).

Deseo de Año Nuevo: Inspiración y pulso para no dejar de publicar.

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