miércoles, 23 de febrero de 2011

Bicentenario nini

A pesar de que el tema de las heroicas batallas de independencia y revolución de hace 200 y 100 respectivamente, ya fue criticado y analizado en diversos medios, ahora que los monos del caricaturista Rius toman vida en el teatro de la Biblioteca México con su obra Ni independencia ni revolución, caigo en razón que ambas gestan también pueden ser calificadas como el rector de la UNAM nombró a los chavales alejados de la escuela y el trabajo, ninis: ni independencia ni revolución sirvieron para cumplir con las necesidades que otros cien años después acogen al pueblo mexicano.

Los que saben dicen que para conocer la realidad del país, hay que leerla del extranjero, por ejemplo del recién fallecido Friedrich Katz, quien en su magnífica biografía sobre Zapata, asegura que la Revolución se hizo para que las cosas siguieran igual y no cambiaran. Sin embargo, la obra teatral arriba mencionada, de manera divertida, sátira y cómica aborda breve y atinadamente la época prehispánica, independencia y revolución, que en los libros de texto gratuitos se ha pasado de noche o por alguna sospechosa razón no se difunde con un análisis objetivo ni crítico.

No olvidemos que los últimos juegos pirotécnicos, de producción extranjera, que se apreciaron en el Zócalo el pasado septiembre, nos costaron lo que le fue recortado al presupuesto para la cultura del presente año, sin contar los otros millones no justificados que se gastaron posteriormente en el mes de noviembre, con el desconocido paradero del gigantesco Coloso, que al fin de cuentas se dejo sin identidad.

El columnista de The Miami Herald, Andrés Oppenheimer, en la más reciente difusión de su último libro, no ceso en destacar que en el varo que se imprime en papel moneda en Singanpur aparece una imagen de una universidad con la leyenda Educación, y no un Nezahualcóyotl acompañado de ruinas prehispánicas con un fragmento de su poema El Hombre. Además, advierte, como bien sabemos, que China –con un premio Nobel de la paz en la cárcel-, la India y Singapur son las naciones más emergentes de Medio Oriente, gracias a la voraz inversión en materia tecnológica-educativa, situación que no acontece en nuestro acribillado México ni en gran parte del resto de Latinoamérica, sobre todo, en Sudamérica, con digna excepción de los Yoga Bonito, ya en vísperas del Mundial pambolero y juegos olímpicos respectivamente. Por el contrario, los referidos gobiernos –crítica- exacerban con miopía y despilfarro económico en sus "héroes" del pasado (cita el ejemplo de Venezuela con Bolívar), omitiendo la inversión en ciencias tecnológicas e infraestructura.

Mi postura respecto al avance tecnológico no es retrograda, por el contrario; sin embargo, creo que para tener un futuro sustentable y próspero, primero debemos ser conscientes de nuestro pasado. En el caso de México, poco se ha difundido –y mucho menos aplicado- respecto a su milenaria tradición prehispánica, donde ya se aplicaban grandes avances médicos, astrológicos, arquitectónicos, gastronómicos, sociales, políticos... y demás, que fueron relegados por la masificación evangelizadora de la rapiña española, con fines de sumisión. Por ello, soy seguro que el pasado es el pilar del presente y la edificación del futuro. Lamentablemente las autoridades políticas-educativas de nuestra indómita nación Mexica sólo siguen aplicando el método de control social prehispánico, diseñado a base de la modificación y acomodamiento de nuestro origen.

El a$unto de las balas en nuestro país, como es la Independencia, Revolución, y ahora la guerra de Calderón, siempre a beneficiados a los insensibles vecinos del norte; el ejemplo más claro es el del sábado pasado: los políticos gringos aprobaron una iniciativa que prohíbe que su gobierno solicite informes sobre la venta de armas de alto poder en los limítrofes con México; o sea, que en Juárez, Tijuana, Tamaulipas… y todo México se pueden seguir matando con las armas gringas que se compran en la frontera sin regulación alguna. Otro dato es que el negocio de las armas en los últimos años ha tenido un crecimiento de más del 50 por ciento y, entre las primeras 10 empresas del negocio, ¿qué creen?, sí, siete son gringas. En el límite de lo absurdo, está semana se analiza la portación de armas en estudiantes y profesores en el estado de Texas.

La función teatral Ni independencia ni revolución, inspirada en los monos del maestro Rius, que se presenta al medio día de los domingos con entrada gratuita, es un buen acicate de reflexión sobre el Bicentenario nini.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Fuego cruzado


¡Resistencia!

Cuando escuché los disparos mi cuerpo empezó a entumecerse con un sudor imaginario, como cuando el muerto va tomando el control de nuestros reflejos en el semi-sueño. Sentía que las piernas me temblaban y que el estómago me daba vueltas como si un hámster estuviera corriendo en la rueda que lo pone exhausto hasta llegar a mi corazón. Sentado a la mitad del bus en el lugar posterior a la ventanilla, por donde los rayos del sol aún alcanzaban a entrar, miraba cierta anomalía en un mercado, mientras las hélices de un helicóptero camuflajeaban las repetidas detonaciones. Pensé en tirarme pecho tierra sobre el pasillo, pero los más extremistas ya habían ganado el espacio. El operador del colectivo parecía divertirse con el evento, pues en vez de apretar el pedal de la extrema derecha, lo contraía. Me sentí en medio de una guerrilla, con el miedo de los cobardes a que me alcanzara un proyectil.

El llanto de las sirenas presagiaba el desenlace final.

Al momento que el bus viró a la derecha me sentí amparado por los muros de concreto que nos ponían fuera de la línea de fuego, sin poder comprender la destreza o debilidad mental para congelar el tiempo en momentos difíciles que se hacen una eternidad. Las manos aún vibraban sin mi control, sosteniendo Los mil y un velorios de Carlos Monsivá+s: mutación del arte de la nota roja del siglo 19 (XIX), al amarillismo contemporáneo del 20.

Luego, a modo de consuelo, recordé el estado bélico en que nos encontramos desde hace cinco años, cuando la guerra fue declarada por la presente administración federal a una parte de la población, clasificada como crimen organizado, con saldo, hasta ahora, de miles de niños huérfanos y otros tantos miles de abusos a la población civil. Hasta entonces comprendí el sentir social de las imágenes que se muestran en televisión de países como Irak, Chacemira o Egipto, que son cada vez más presentes, no sólo en el norte de la República, sino también en la capital.

Al siguiente día busqué en los diarios de circulación nacional y local la cobertura del bélico momento que me había tocado presenciar en un punto del oriente de la ciudad. Mi empeño en los diarios sensacionalistas fue en vano, no así, en uno más serio, donde en primera plana sentenciaba que los EU advertían que en México “Los civiles, cada vez más atrapados en el cruce del fuego cruzado”.

Al final, comprobé la agonía crónica de la nota roja y de la población civil del siglo 20, de la que escribió Monsi.

miércoles, 9 de febrero de 2011

La moda de la bicicleta

En tiempos de crisis es cuando la baica se pone en boga. Lo pienso así por la extraordinaria historia que leí de Luigi Bartolini, en El Ladrón de bicicletas, escrita al término de la Segunda Guerra Mundial. Cuenta que después de los bombardeos en Italia, la ciudad quedó devasta con barricadas de escombros por doquier, lo que hacía casi imposible la movilidad motorizada. Entonces, la bicicleta se convirtió en un artículo de primera necesidad, principalmente para el traslado entre distancias largas y, su valor se inflo como la espuma, al igual que el robo de ellas. La novela de Luigi es una narración del esfuerzo y dedicación por la recuperación de su bicicleta que le fue hurtada a las afueras de una tienda donde se disponía a comprar brillo para su calzado.

¡vagabundo!
En México, la historia más emblemática de la baica, también la encontramos previo a la crisis social más aguda para el sector estudiantil, que épicamente narró la recién premiada en España Elena Poniatowska en La Noche de Tlatelolco, pues por ahí del año 67, Windsor México fabricó la Vagabundo, en respuesta al éxito de ventas en los Estados Unidos, de la Raleigh Chopper Inglesa. Nuestros padres podrían ilustrarnos mejor las experiencias a bordo de la rodada 20 atrás y 16 adelante, freno de contrapedal, asiento tipo banana y manubrio chopper, que hoy se cotiza cada vez más por los aficionados y coleccionistas de bicicletas.

Hoy la bici busca reivindicar el papel de las grandes urbes del mundo, rescatando espacios públicos de movilidad ciclista y peatonal, para hacer menos dependiente el uso del automóvil, como lo muestran arquitectos de diferentes países en una exhibición futurista montada en el museo Franz Meyer.

Lo más contemporáneo en la metrópolis.

Con el apelativo de reducir las emisiones de dióxido de carbono al medio ambiente, los encargados de jinetear los impuestos de la capital, se promueven con el paradisiaco uso de la baica en las deterioradas, inconclusas e inexistentes ciclovías, no obstante de que sus residencias cuenten con los tradicionales o avanzados sistemas de calefacción y por lo menos dos o tres vehículos antihíbridos aparcados en su garaje; uno pa la mujer, otro pa los juniors, alguno más pa los mandados y el deportivo de ocho cilindros de su uso personal.

Las más de mil biclas que el Gobierno tiene parqueadas en los puntos fresas de la ciudad son un buen intento para paliar el caso vehicular, sin embargo, algunos de los peros son; primera, su uso tiene un costo con cargo a la chingada tarjeta de crédito; segunda, la posesión no debe ser mayor a 30 minutos; tercera, debes buscar otro punto de parqueo digital para devolverla; cuarta, cuidado al rodar sobre zonas peligrosas pues te la pueden volar, aunque el caso según sólo se ha presentado en una ocasión y fue por el descuido de un usuario que la dejo mal colocada en la estructura metálica-digital; quinta, sexta…

Lo positivo en la materia es que el hurto de biclas en el DF aún no entra en la estadística delincuencial, como en la ciudad de Amsterdam, donde he leído que el robo de baicas es mayor al de autos.

Por experiencia personal, sugiero que las autoridades en lugar de colocar más puntos de renta, coloquen estacionamientos públicos de baicas, para que ahí se puedan asegurar con su respectivo lazo o cadena, y en la medida de los posible se reduzcan las malas experiencias, como la de un servidor, que cuando hace algunos años se fue a echar un juego de Street Fighter, al salir del establecimiento, ya no estaba su Bimex rodada 20.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Diviértete leyendo

Confieso mi filiación apartidista, por las buenas y degeneradas intenciones que noto de la partidocracia en materia de educación en nuestro México lindo y querido. La cosa es que la SEP izó su bandera de concientización con fines perversamente políticos en víspera del año presidencial, camuflajeada por el Consejo de la Comunicación, en la campaña Diviértete Leyendo, con inversión de 500 millones de pesos, para que los chavales se inicien en el mundo de las letras, según. Diría la filosofía popular que, “no se da paso sin huarache”.

La penosa cifra de tres libros por año que se chuta cada nacional es la punta de lanza de la bonachona y enmascarada campaña, que pretende promover lecturas diarias en la escuela, y otras más en casa, incentivadas por alguna llave maestra del Místico.

El asunto no es para menos, pero nunca faltan los mal pensados que auguran ver algo turbio en los contubernios políticos, sobre todo en el cierre de administración sexenal. Solo esperemos que en esta ocasión la lectura no se haga en horario rating por algún simpático conductor del canal de las estrellas que ponga en evidencia la precariedad literaria de población, y el brutal esfuerzo del majo Lujambio (SEP), para cultivar a los que están en posibilidades de votar y saben menos que un niño, en donde Todo el mundo cree que sabe.

Pero tampoco faltan los bien intencionados que convierten lo literario en primavera, como es el caso de una escuela municipal en Santa Catarina, Brasil, donde los pequeños estudian todas las asignaturas a través de un método natural, renombrando cada flor con una letra del alfabeto, y en la cúspide de cada una de ellas, se coloca una poesía. Las matemáticas se aprenden con la construcción de una zona para el cultivo de un huerto, cuyos frutos van a la cocina de su escuela, Hermann Müller. El proyecto revolucionario que tiene el objetivo del amor y libertad a la naturaleza, es apoyado por la Secretaría de Educación de ese país, con el argumento docente, “cuando los niños entienden y aman el lugar en que nacen, al crecer se vuelven ciudadanos comprometidos con el lugar de sus raíces”… Los pequeños cuando regresan a su hogar y observan aves enjauladas, cantan a sus tutores para su liberación.

El viejo borracho
Éste tipo de educación inyecta oxígeno a la literatura, dando vida a personajes como Chance, de Jerzy Kosinski, en su obra Desde el jardín. Chance es un tipo que las dos primeras décadas de su existencia permanece aislado de la sociedad, junto a un jardín, que procura con ahínco, por su presunta enfermedad mental. Cuando su tutor muere, queda a la deriva y ocasionalmente la esposa de un funcionario aflora su cultivado lenguaje que ha aprendido a través del proceso natural, como metáfora de la vida, aseverando que todo florece después de marchitarse, siempre que se le pode y riegue cuando corresponde, como a un jardín, que crece y se marchita, para renovarse con más vigor.

No cabe duda que la voluntad política para el desarrollo de una nación es la bujía que genera la chispa de arranque, y no enmascaradas inversiones.