Terrorismo políti.com

W. Churchill en el Metro

Los políticos empiezan a sentirse ofendidos por las verdades que los internautas les propinan en las redes sociales, después de escuchar o leer sus discursos rapiñeros que siempre tienen el objetivo de enaltecer y ocultar sus errores que cometen en el transcurso de su respectiva gestión, a fin de preservar el bienestar propio y el de su familia, aprovechando la influencia del cargo público para cada complacencia o corruptela que lo amerite.

Una iniciativa de ley promovida por el PRI, pretende encarcelar al menos con 6 años de prisión o 100 a 200 días de salario mínimo, a blogueros, tuiteros y face bookeros que lancen injurias en contra de los honorables candidatos y partidos políticos de nuestra baleada nación, con el argumento acusatorio de actos terrorista en prejuicio de la integridad social.

¡Vaya autoridad política, más preocupada en su integridad moral que en el bien social para el que juraron lealtad!

Hace una semana el primer caso en la materia se presentó en el estado de Veracruz, donde el gobierno priista encarceló a dos jóvenes acusados de terrorismo, no porque hallan intentado colocar un coche bomba o explotarse frente a la sede de gobierno, como sucede en Irak, sino porque en tuiter advirtieron de disparos y rapto de menores en un centro educativo, lo cual resultó falso después de una movilización policiaca. O sea, que la autoridad en nuestro país aún no está capacitada para reaccionar conforme a la inmediatez y difusión incrédula o crédula de las redes sociales y, busca la respuesta en un canibalismo retrograda que atenta contra la libertad de expresión: cárcel.

Seguramente que el estudio recién publicado, donde México ocupa el primer lugar en América Latina en el uso de redes sociales, debe tener más preocupados a nuestros diputados, que los secuestros, balazos y charcos de sangre en el país, por la tunda que los cibernautas le propinan a su engañosa retórica, como no hace mucho lo hicieron con la maestra Gordillo en un artículo publicado en El Universal, donde no le fue nada bien con los comentarios cibernéticos, ya que el primer lugar se lo llevó una mentada de máuser para la benemérita maestra.

Ya lo decía el gran estadista y político Winston Churchill, que en estos días aparece a manos del escultor Sacal en el pasaje del Metro Pino Suárez-Zócalo: La política es más peligrosa que la guerra, porque en la guerra sólo se muere una vez.