La falta de oportunidad laboral, principalmente para los jóvenes, el desaliento social, la crisis económica, el hartazgo y oportunismo político y, sobre todo, la razón común, fue lo que detonó en España que la comunidad social, encabezada por su musculo joven, saliera a protestar a partir del 15 de Mayo a las calles de diferentes ciudades, sobre todo, a la Puerta del Sol, emblema de la plaza de Madrid, para exigir una renovación política con carácter de responsabilidades colectivas que den esperanzas reales para el país, ante la falta de “madurez” de su actual mandatario, José Luis Rodríguez Zapatero, como lo señala en su blog uno de los analistas mediáticos más influyentes de ese país, Iñaki Gabilondo: http://blogs.elpais.com/la-voz-de-inaki/.
Las mismas condiciones que provocaron que miles de ciudadanos sigan participando en un movimiento apartidistas en el país europeo, que hoy le ha pasado factura al partido en el poder, PSOE (Partido Socialista Obrero Español), con la derrota en las elecciones autónomas y municipales, son las mismas que en la actualidad se viven en México, aunándole el tema de la inseguridad, narcotráfico, extorsión, educación, maltrato a indocumentados, entre otros. Sin embargo, en nuestro país, en el contexto de una de las elecciones más importantes para apoderarse de la presidencia, que son las del Estado de México, la resistencia social aún no llega a su límite para volcarse a las calles a exigir la mismas condiciones de dignidad que hoy se piden en España.
Empero, un movimiento –también- de indignados que partió del estado de Cuernavaca-Morelos, para recorrer el territorio nacional en busca de paz, justicia y democracia, por la discriminada actuación del Estado criminal, empieza a gestar la semilla de reflexión social, como ha ocurrido en países de Medio Oriente, África, y ahora Europa. Solo basta esperar el colapso de resistencia de los indignados, para sumarse a la protesta en pro de la dignidad de los más desprotegidos, que cada vez se hace más presente para las próximas elecciones generales del 2012.
El civismo de las concentraciones juveniles en España, al desmarcarse de los actos de violencia, pintas de grafitis, consumo de alcohol, nulo bloqueo de vialidades, y el rechazo al sufragio electoral, con el argumento que el “PSOE y PP (Partido Popular) son la misma mierda”, son la muestra de reflexión y sensibilidad que viene haciendo eco de los países de Medio Oriente y África, con realidades semejantes, donde los jóvenes han referido que ante la falta de esperanza, no hay más que perder en la lucha.
En México la labor policial quiere utilizarse como válvula de escape, tratando de incorporar a los universitarios a las filas de la policía federal, no obstante que en los dos últimos años fueron ejecutados con armas de alto calibre más de 30 de éstos uniformados en diferentes estados de la República, principalmente Michoacán, Ciudad Juárez, Acapulco y Sinaloa. La reflexión de José Narro, rector de la máxima casa de estudios en México, UNAM, rechazó la firma de un acuerdo con autoridades policiales para incorporar a los graduados a las filas de seguridad, debido a que la medida “cortaría las esperanzas y expectativas de soñar e imaginas de los jóvenes”, y, en caso de que las autoridades no encuentren otra solución, la situación que hoy se vive en España, será reflejo de lo que acontezca en México.
En tanto, el escritor mexicano, Carlos Fuentes -quien ocasionalmente se ha mostrado complaciente con poderes en turno (como en el movimiento estudiantil del 68, según la revista Proceso)-, en su último artículo, Yo Napoleón, publicado ayer (http://ns.elsiglo.mx/noticia/628364.yo-napoleon.html), calificó de “insultante” la similitud que Calderón hizo de su lucha contra el “narco”, comparada con el combate a la Alemania Nazi de Winston Churchill. Situación que debería –considero- ser analizada por especialistas del síndrome Romberg (“perdida de piso de las personas al cerrar los ojos”).
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