miércoles, 5 de octubre de 2011

No se olvida

Ya son más de cuatro décadas que el entonces gobierno del PRI, a cargo de Días Ordaz, con su cómplice secretario, Luis Echeverría, ordenaron la ejecución de cientos de estudiantes de escuelas públicas, principalmente, en la Plaza de las Tres Culturas-Tlatelolco, para desalentar las demandas educativas y sociales de las que eran objeto los jóvenes del 68. Como hoy lo es la Generación del Milenio -nacida en los últimos veinte años del siglo pasado-, mejor conocida como nini, con miles de jóvenes excluidos de la educación pública y la oferta laboral, a menos que opten por iniciar su changarrito en el ambulantaje, como en su momento lo prometió Fox, y ahora, lo recomienda la SEP.

A pesar que Ordaz y Echeverría no recibieron ningún castigo por sus atroces actos contra la población estudiantil, por el contrario, fueron exonerados de su responsabilidad en los hechos del 68, para proteger la imagen de su partido político (PRI), las nuevas generaciones siguen protestando cada 2 de octubre sobre el mismo itinerario donde se perpetuo la masacre, a fin que el hecho perdure en la memoria colectiva de la población para que nunca se vuelva a repetir. No obstante que muchos personajes del gremio periodístico, que tienen espacio en diferentes medios, se dedican a denostar las protestas, para garantizar su comodidad cumpliendo con su pleitesía al Estado.

Una anécdota al respecto, que narra el periodista Julio Scherer en uno de sus libros -no recuerdo cuál-, señala que en una reunión que mantuvo con Díaz Ordaz, entonces presidente de México, al estrechar su mano con la de Ordaz para despedirse, miró que la suya no tuviera restos de sangre.

Por su parte, la escritora Elena Poniatowska, que actualmente sigue mostrando su activismo por el movimiento López Obrador, describe perfectamente en su obra La noche de Tlatelolco (que todo estudiante debería leer), la brutal masacre de grupos paramilitares y del ejército, contra estudiantes, activistas, civiles y padres de familia. Lo propio lo hace Elena Garro en diferentes publicaciones, pues no se olvide que quiso ser desprestigiada, acusándosele de brindar servicio secreto al Estado. De parte del extranjero, hasta donde tengo entendido, la mejor cobertura y casi única, la realizó la italiana Oriana Fallaci, quien fue herida de bala en Tlatelolco; posteriormente publicó Nada y así sea, sobre la guerra en Vietnam, incluyendo un texto de la masacre estudiantil en México, previo a los juegos olímpicos.

El panorama actual se vuelve igual de complejo que hace 42 años, muestra de ello son las diferentes protestas estudiantiles que han tenido replica en diferentes partes del mundo, como la que actualmente se suscita en Nueva York, reclamando las mismas condiciones de equidad y oportunidad que han exigido la Generación del Milenio en Grecia, España, Inglaterra, Chile e Israel. Y, posible y posteriormente en México. 

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