Con bombo y platillo fue presentado en cadena nacional el pacto para tratar de manera light el asunto de los ensangrentados, que a diario proporciona leña para avivar el fuego en el baleado México, al grado, que ni los desmadrosos spring breaker se atrevieron a venir a drogarse y emborracharse a las costas nacionales, en sus últimas vacaciones.
La firma del acuerdo, coloquialmente nombrado como “Iniciativa México”, propone No convertir en “héroes o víctimas” a la ascendiente clase pudiente: narco, ni mucho menos difundir la bélica correspondencia entre dichos grupos antagónicos. Y, ni se diga del baño de sangre o forro de billetes en los cuerpos de referido gremio, como el del difunto que fue baleado en el nuevo condominio de la zona fresa de Cuernavaca-Morelos, para mayor referencia, frente al changarro de comida –que se evidenció- de la esposa del propietario: producciones-televisivas-Luna.
Las botargas del duopolio televisivo, Loret y Sarmiento, que representan a Televisa y Tv Azteca, respectivamente, fueron los encargados del maquillaje protocolario, con el debido cumplimiento de la lectura de los guiones, trasmitidos en el teleprompter (sistema digital para lectura de noticias o textos), para después dar paso a los videos de alta tecnología, donde se transmitían los testimonios del progreso de México, como aquel del ex director técnico de la selección mexicana, Javier Aguirre, quien tras fracasar con el seleccionado nacional, se fue a Europa, donde advirtió que “México está jodido”.
La realidad –pienso- es que la cobertura y difusión de los hechos que se viven en México, va en detrimento de la imagen de la administración actual y, ahora, con un pago de cuota para impedirle a Slim que le entre al asunto de la televisión, el duopolio televisivo corresponde con el cierre de espacio para inhibir la difusión de lo que hoy más daño le hace al país y a quienes según lo dirigen. De lo contrario, cómo interpretar los lineamientos para la cobertura de los asesinatos, como el que recientemente afectó al poeta Javier Sicilia, con su hijo de 24 años en Morelos, quien fue torturado y abandonado junto a siete cuerpos más, acompañados con una leyenda del narcotráfico.
Los medios que no se suscribieron al acuerdo, principalmente son los detractores del poder, como MVS, representado por Carmen Aristegui, quien al difundir una acusación de un diputado del PT que acusaba a Calderón de alcohólico, fue sacada del aire, empero, gracias a la presión de las redes sociales, regreso a su espacio noticioso transmitido por las mañanas. Otros de los medios, es La Jornada, que ha venido publicando los cables de WikiLeaks que le filtraron, como único medio de América Latina, después de cinco europeos, y que ha provocado la separación de su cargo del embajador de EU en México, Carlos Pascual, entre otros descalabros contra Calderón. El siguiente, es Proceso, de quien está de más reseñar su trascendencia desde los 70s. El Reforma también fue de los insumisos, junto con uno más de Juárez y Tijuana.
En el contexto de la campaña para disfrazar al México violento, por otros medios se difunde que la cinta El Infierno, del director Luis Estrada, encabeza las postulaciones para la entrega del premio Ariel, en el Palacio de Bellas Artes, otorgado por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias, a lo mejor del cine mexicano. Cabe destacar que el filme es un fiel retrato del México del que hoy no se pretende hablar más. El tema de los decapitados también da inspiración para el arte gráfico, pues en el museo de la Secretaría de Hacienda, en el Centro Histórico, el pintor chihuahuense Benjamín Domínguez mantiene una exposición de 57 óleos, con cuerpos decapitados que a opinión del artista, “reflejan lo que se vive en el país”, y que otros pretenden ocultar.
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