jueves, 14 de julio de 2011

Jalón de greñas a la autoridad

Aún somnolienta, Mariel Solís, en las primeras palabras para un medio de comunicación no atina a describir el contraste de sus impresiones, tras permanecer cerca de cuatro días en el penal de Santa Martha de manera injustificada, por no decir absurda, y lograr su libertad, gracias al apoyo de su familia y al oficio que eligió en la UNAM: medios de comunicación.

Tengo emociones encontradas, me siento triste y feliz, porque en la cárcel sentía que todo mi futuro se iba a la basura, pero ahí adentro aprendes a valorar; ahora mi prioridad es titularme, refirió.

Su entereza no la doblegaba para prepararse al careo que tenía que sostener con el triple homicida que la señalaba como cómplice; sin embargo, las autoridades lo consideraron innecesario, por las pruebas que su familia aportó para lograr su libertad, sin esperar la decisión judicial.

En tanto, el procurador de la ciudad de México, en diferentes medios de comunicación se deshacía en explicar lo obvio: no existen pruebas contundentes que afirmen la complicidad de Mariel Solís en la muerte de un catedrático de la UNAM.

Todo se trató de otro… Presunt@ culpable. ¡Vaya autoridad!

Así mismo, en las redes sociales surgían opiniones encontradas respecto al papel de la autoridad y los medios de comunicación en el asunto, denunciando que ahora los medios serían los encargados de decidir sobre la culpabilidad o inocencia de las personas imputadas en algún delito, o, que las pruebas que la autoridad aportó eran suficientes para condenar a Mariel Solís, pues no había duda en su parentesco con la mujer que aparecía en un video difundido por la PGJDF a la televisión.

Considero, que ahora el papel de las redes sociales es fundamental ante la omisión de las autoridades en su desempeño profesional, de lo contrario, casos como el de Mariel, y anteriormente el de Antonio Zúñiga, hubieran sido relegados al archivo muerto de la presunta autoridad.

Después de la difamación que sufrió Mariel Solís en televisión nacional, ahora “quiero que se limpie mi imagen”, sentenció. Lo anterior tendría que obligar al presentador de noticias, Joaquín López Doriga a expresar una disculpa pública en el mismo medio, tiempo y horario en que afirmó que se había detenido al último cómplice (Mariel Solís) implicado en la muerte del docente Salvador Rodríguez. Y, a que las autoridades responsables del asunto, renunciaran a sus cargos, al menos, por dignidad.

Mariel dijo que antes de despedirse de sus compañeras de celda, les propinó un jalón de greñas, tradición cuando una reclusa sale libre para transmitir la “buena suerte”. Ahora fuera del penal, Solís ha propinado otro galón de greñas… pero a la autoridad, como tradición de las constantes irregularidad que se cometen en el sistema judicial de nuestro país.

Enhorabuena por la libertad, Mariel, que se disfruta como las Nubes de José Emilio Pacheco. Ojalá que la plataforma en la que estás, la aproveches para coadyuvar en el reparo social de tus inolvidables compañeras de Santa Marta Acatitla.

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