miércoles, 17 de agosto de 2011

Maldita… nostalgia

En términos musicales, sería imposible concebir los 90s sin los ritmos y letras de la Maldita Vecindad, que ahora, Roco, quien es el fundador y vocalista, anunció en su última entrevista respecto al tema, unas vacaciones indefinidas de los pata de perro, debido a diferencias entre el clan que promueve la resistencia indígena.

Recuerdo que mis experiencias de secundaria en torno al movimiento zapatista del 94, comenzaban a tener sentido a raíz de los masivos que la Maldita ofrecía para sensibilizar a la banda en torno a la milenaria lucha indígena que se revivía en los altos de Chiapas, y, que el culero pelón del Salinas reprimía con toda la fuerza del Estado, como lo revelaba en su momento la revista Proceso con sus reportajes gráficos, donde se observaba a nuestros hermanos indígenas avasallados sobre la tierra que les daría cobijo, por las balas de la inmoralidad miliciana.

En aquel entonces, el álbum El Circo, que se convirtió en el consentido de muchos, y el que los lanzó a la fama, era una metáfora de lo que ocurría y sigue ocurriendo en el país: un circo, pero con personajes políticos entregados a la avaricia y comodidad que les prevén los intereses contra la explotación de los recursos naturales de nuestra nación, como lo es en el estado de Chiapas y el resto de la República.

Siempre predique un amor y nostalgia profunda por Solin, ignorando el motivo intrínseco de la razón, hasta ahora que vuelvo a leer y escuchar la rola, redescubriendo su connotación fotográfica que sigue retratando a la clase baja-obrera de la capital y el resto de la nación, con personajes reales que quedan excluidos en los últimos rincones de las urbes, conocidos como vecindades, donde la garantía es la informalidad y la justicia machetera que invoca la epopeya de la Maldita…, augurando el remedio moral con el hipnotizmo.

Yo si lo conocí
vivía en la vecindad
jamás logro encontrar
trabajo mas formal.
Machetero y vendedor de amor
pero la justicia le cayo
y al fin logro encontrar
en la feria la chamaba ideal

Siempre construir y nuca destruir. Pura paz y baile, finalizó Roco con el asunto de los malditos hijos del quinto patio. La lucha sigue…

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